Domingo 31 de diciembre de 2006.
Pasamos el día en lo de Sonia 04. Hace calor, por lo que no es mucho nuestro margen de acción. Vamos a comprar algunos regalos -Sonia 04 siempre tiene que comprarlos, volvemos a pasar por el "Apio Verde" que está sobre José María Moreno casi Riadavia-, luego nos preparamos para la cena de fin de año. Pasamos por casa, termino de arreglarme ahí, recojo el champagne y el vino que prometí para la cena, Sonia 04 se baña, y salimos retrasados, como siempre. Pasamos a buscar a mi abuela -por algún motivo que desconozco, Sonia 04 está empecinada en caerle bien-, y de ahí nos dirijimos a Parque Chas, a la casa de la mejor amiga de mi vieja. En el trayecto, mi abuela nos pregunta cómo nos va, qué tal es el departamento que señamos. Ahora que lo pienso, para mi familia esta reunión es ya una especie de formalización del hecho que nos vamos a vivir juntos. Y, para gente de la edad de mi abuela o de mi vieja, eso es casi un sinónimo de casarse. En fin.
Saludamos a todos. La presento como Sonia 04, no como "mi novia". No sé, suena feo, es posesivo, no sé. En el balcón en el que mi padrino prepara el asado dispusieron dos mesas. Una para los hijos, otra para mi vieja, abuela, amigos y parientes. Mi hermana se acerca a saludarme, y Sonia 04 enseguida se le cuelga para decirle que su exhibición del otro día estuvo muy bien, que nos fuimos antes porque yo estaba mal, porque me había puesto celoso.
-¿A vos te parece que se ponga celoso porque yo bailo tango con otro? -pregunta Sonia 04 con la complicidad que le da practicar, también, la danza sensual-. ¿A vos tu marido te dice algo, cuando bailás con otro?
Lo preguntó como si supiera la respuesta, como si la palabra de mi hermana fuera sacrosanta, como si de esa forma, en esta noche, diese con una herramienta con la cual rebatirme los celos que le expuse aquel día.
-Si bailo con otro a mi marido le cae como el culo -dice mi hermana-. Y eso que somos profesionales y nos dedicamos a eso.
Mi hermana lo dijo como diciendo y vos que no sos profesional... Mi hermana es una tipa rara, tiene tan mal carácter como yo. Pero hay momentos como éste en que la quiero. Mucho.
Mientras cenamos, mi hermano ignora por completo a Sonia 04. A ella le dije que a veces él es así porque es depresivo, lo cual es cierto, a veces, pero esta noche él bromea conmigo, con mi hermana, con mi cuñado. Cada ocasión en que ella intenta hacer un chiste, una complicidad -los dos estudiaron psicología-, mi hermano le responde con cortesía pero sin calidez. En un momento, no sé qué le dice ella, mi hermano le responde:
-No, yo estudié psicoanálisis y me parece que vos te dedicás a la psicología, ¿no? Nada que ver con lo mío.
Por suerte, sirven los choripanes.
Hay algo en Sonia 04 que no encaja con mi familia. Si tengo en cuenta su último encuentro con el Libanes, hay algo en Sonia 04 que no encaja con mi gente.
Cuando la cena promedia, mi vieja se levanta de la otra mesa y se arrima a la nuestra. Dice que sino no podrá hablar con nosotros. Pregunta por el departamento que reservamos, le decimos -la explicación ya se transformó en algo mecánico-, ella dice que por la orientación -sol por la tarde- será muy caluroso en verano pero tendrá como ventaja esa misma orientación para el invierno. La verdad, yo a las orientaciones -de departamentos, sexuales, ideológicas- no les doy demasiada pelota. Noto, de refilón, que Sonia 04 tuerce los labios, como si el comentario de mi vieja le hubiese molestado. Miro la parrilla, una morcilla se desgañita sobre las brasas, y me resulta una posición envidiable.
Mamá pregunta por las vacaciones, y apenas le decimos que en Córdoba mi vieja dice -no recomienda, ella no es así: ella dice- que deberíamos viajar en avión, que yo tengo millas para hacerlo. Le explico que es al pedo, que el avión nos deja en Córdoba capital y que de ahí tendríamos que ir en coche a Nono. Entonces me recuerda que no puedo estar demasiado tiempo sentado, por mi deficiencia genética. Le explico, entonces, que le pregunté al médico y que éste me explicó que mientras esté anticoagulado con Sintrom no hay ningún inconveniente.
-Bueno, pero viajen de día, eh -dice-. De noche es muy peligroso, hay mucho loco manejando.
-Bueno -interviene Sonia 04-, tampoco nos desee la muerte.
Y emite un graznido que intenta sonar como carcajada. Nadie en la mesa se ríe. Mi vieja le dedica una mirada fulminante, y luego se levanta para regresar a su mesa.
Cuando estamos solos, Sonia 04 me susurra con orgullo:
-¿Viste lo que le dije?
Yo suspiro.
-Sí, vi.
Doce de la noche. Petardos, fuegos artificiales, descorchar champagne -una de las ventajas de trabajar con el tema vinos es que me los regalaron, aguante Selva-. Beso a Sonia 04.
-Te amo -digo.
Saludo a todos. Ella también. Veo que mi abuela la abraza, y luego Sonia 04 se acerca a mí con los ojos empañados.
-Tu abuela me hizo llorar. Es una gran persona.
Bueno, pienso, al menos aprueba a alguien de mi familia.
Como Sonia 04 tiene coche, mi hermana, mi cuñado y mi hermano aprovechan para irse con nosotros. Los dejamos en Palermo, y apenas se bajan, apenas no pueden escucharnos, Sonia 04 dice:
-Tu mamá es terrible.
Suspiro.
-A las doce, cuando la fui a saludar, ni siquiera me dijo "feliz año".
Debe ser porque nos desea la muerte, pienso. Pero no digo lo que pienso. Digo:
-Ella es así.
Vamos a la costanera. Hay bastante gente. Nos sentamos, disfrutamos del fresco. Nos sacamos una foto con su cámara. Estamos un buen rato. Pensamos en el año que viene, que según Sonia 04 será, para mí, glorioso. Yo no creo que tanto. Con bueno me conformo. Cuando hablamos de cómo viviremos juntos, de todo lo que eso implicará, en la avenida dos coches se estrellan.
Toda una señal.
Y luego regresamos. El 2007 ha comenzado.
lunes, 16 de abril de 2007
Sonia 04: Feliz año nuevo
Etiquetas: Mamá, Mi abuela, Mi cuñado, Mi hermana, Mi hermano, Sonia 04