jueves, 3 de mayo de 2007

Sonia 04: El Diablo (Gaby) también mete la cola (2)

Miércoles (cont.).

El viaje en subte es alucinatorio. Lo que me rodea no existe. Por un instante, siento que soy yo, quien no existe. Que no debería existir.

Entro en el departamento. Necesito hablar con alguien, o me voy a volver loco. Necesito hablar con alguien antes del encuentro con Silvina, la terapista de pareja, a las ocho de la noche. Descarto familiares. ¿Amigos con la suficiente confianza? El Libanés y la Trotamundos están laburando, el Preceptor de vacaciones, debe haber llevado a pasear a su hijo. Necesito alguien que me hable en forma calmada. Alguien, cualquiera. La idea surge casi por sí sola, casi por azar. Tomo la agenda, marco los números, suena. Cuando atienden del otro lado, reconozco enseguida la voz de Silvina, la terapista de pareja.

El consultorio de Silvina, al no asistir con Sonia 04, es extraño. Lo primero que hago, al sentarme, es agradecerle por haberme recibido así, de urgencia. Ella enseguida me dice que está todo bien, que para eso está. Me pregunta qué pasa.
Los primeros minutos -calculo dos o tres, se sienten una eternidad- no puedo hablar. Lloro en silencio, intento mirarla a través de las lágrimas. Apenas recupero el aliento, apenas el caudal líquido ha mermado, digo:
-No puedo más.
-¿Qué cosa, no podés más?
-Me quiero ir, no puedo más.
-¿Tenés la sensación de que te querés ir corriendo?
Asiento.
-Bueno, hablemos para que puedas irte caminando.

Digo:
-Me cuesta mucho conectarme con Sonia 04.
Silvina dice:
-A ella le cuesta mucho conectarse consigo misma, Elemental.

Digo:
-Es muy agresiva, me aleja.
Silvina dice:
-Sí, no se dá cuenta. Genera rechazo en todo el mundo.

Digo:
-Pero me parece que, más allá de todo esto, el problema soy yo, cómo fui capaz de meterme en este infierno.
Silvina dice:
-Al fin vamos a algo importante.

Silvina dice:
-¿No te parece que le das demasiado?
Digo:
-Puede ser.
Silvina dice:
-A días de mudarte le armás una fiesta sorpresa, le escribís una novela en dos semanas...
Digo:
-La novela es una cagada, igual.
Silvina dice:
-Hay gente que tarda años en hacer lo que vos hiciste en dos semanas.
Digo:
-Sí, pero esas son buenas novelas. Esta es una cagada.
Silvina dice:
-¿No te parece que le estás dando demasiado a alguien que no sabés si vale la pena darle, a quien como decís no sabés si vale la pena querer?

Silvina dice:
-Por otro lado, Elemental, cuando das demasiado no le dejás espacio a ella a que pueda dar.
Digo:
-¿O sea que no tengo que darle?
Silvina dice:
-No si ella no te dá. Y no tomes una decisión apresurada. Si te vas, si querés irte, no lo hagas corriendo. Caminando se llega más lejos.

Me despido de Silvina. Acordamos, obviamente, que le diremos a Sonia 04 de mi visita a solas. Cuando nos despedimos, decimos:
-Hasta luego.
Al fin y al cabo, tengo que volver acá en dos horas.