jueves, 3 de mayo de 2007

Sonia 04: El Diablo (Gaby) también mete la cola (1)

Miércoles 31 de enero.

Me despierto. Me siento raro. Sonia 04 duerme, aún. Voy al baño, meo. Luego a la cocina. ¿Qué queda de lo que pasó ayer? ¿Nos arreglamos? ¿Qué carajo pasó?

-Pipu...
Voy al dormitorio, me siento en el sommier junto a ella. Le acaricio el rostro.
-Qué noche, eh -digo, y es una pelotudez pero algo tengo que decir.
La beso. Intento un poco de sexo. Ella dice que prefiere que no. Me freno.

Nos despedimos con un pico. Ella hoy tiene sesión con Gaby.

La llamo 12 y pico, cuando sé que sale de sesión. Estoy preocupado, quiero saber si está bien, si seguimos o no. Atiende de mal talante.
-Estoy saliendo -dice.
-Ah.
-Tengo muchas cosas en la cabeza, tengo que llegar al coche y anotarlas.
-¿Pero seguimos o no seguimos?
-No me podés preguntar eso, ahora.
-Sonia 04. Tengo que ir a entregar las llaves de mi departamento, quedé en eso, hoy a las cinco de la tarde. ¿Qué hago? ¿Las entrego o seguimos viviendo juntos?
-No te puedo dar una respuesta.
-A ver si me entendés: tengo que entregar el departamento, una vez que lo haga no hay vuelta atrás, si lo nuestro no funciona yo me quedo en la calle. ¿Qué hacemos?
-Me estás acorralando.
-Te estoy pidiendo que te hagas cargo de tu parte.
-Y yo no te voy a responder esa pregunta.
-¿Qué carajo te pasa, ahora?
-Que me presionás, querés que te diga cosas cuando vos querés que te las diga, me ahogás.
-A ver si me escuchás, Sonia 04. Estoy en el laburo, son casi la una de la tarde y a las cinco tengo que entregar las llaves del departamento. Una vez que lo haga, no hay marcha atrás. ¿Y el que presiona soy yo? Las cosas no están bien, quiero saber qué querés hacer vos, así decido qué hacer yo...
-Yo no te voy a decir nada.
Me quedo callado. Del otro lado, cortan.

Llamo más tarde, cuando supongo que Sonia 04 ya llegó a su casa.
-Me estás presionando -dice.
-¿Seguimos o no seguimos?
-Claro que seguimos. ¿Qué me preguntás, con eso?
-Si te vas a hacer cargo vos porque yo no tengo más fuerzas, tal como dije en la carta que te leí ayer.
-Ah bueno, justamente -en el tono de Sonia 04 hay sabor a victoria-, Gaby me dijo que es una carta tramposa.
-¿Una qué?
-Una carta tramposa. Te lavás las manos, me pasás toda la responsabilidad. Una especie de chantaje.
-¿Yo te chantajeo?
Del otro lado, silencio.
-Hablamos a la noche en la terapia de pareja -dice ella.
-Preferiría que hablemos ahora, tengo que entregar las llaves y no sé si...
-Hablamos a la noche en la terapia de pareja.
Y corta.

Entro en la oficina. El Flaco y el Tanguero me observan y automáticamente se incorporan. Una mano de cada uno en mi espalda, me conducen a la silla. Preguntan qué pasa. Me quedo callado, la angustia me enmudece.
Suena el celular. Sonia 04 quiere bajar los decibeles, pienso. Atiendo. De la inmobiliaria. Me preguntan si no sería mucho problema que nos encontremos mañana, para que les entregue las llaves. Como caido del cielo, pienso. Digo que sí, claro, que no hay problema. Corto.
El Flaco y el Tanguero me miran.
-No podés estar acá así, Elemental -dice el Flaco, pero no para sacarme de encima sino para dejarme en claro cómo se me ve.
-Tenés razón -digo.
Me pongo de pie. Tomo la mochila.
-Avísenle al jefe que estoy descompuesto -digo.
Y me voy.
Son la una y media de la tarde.