lunes, 2 de abril de 2007

Sonia 04: Ramón Rodríguez

El ícono sobre el que hago doble click es el de Edgardo. La pantalla tarda unos segundos en procesar la información -la computadora de Sonia 04 es bastante obsoleta-, y luego, ante mí, decenas de archivos txt. Me llama la atención el formato. Pulso el botón derecho del mouse, le doy la indicación de ordenar según fecha. Abro el más antiguo. Fuera, Caballito, mantiene su ritmo normal, la calle Doblas está repleta de tráfico como siempre. Dentro, el piso del departamento, del dormitorio para ser más específicos, se abre bajo mis pies.

Lo que Sonia 04 guarda son mails. Mails de su casilla de yahoo. En un principio no entiendo, el interlocutor figura como "Ramón Rodríguez", no Edgardo, aunque el destinatario en los mails de Sonia 04 es siempre Edi, y quien firma las respuestas es, también, Edi. Deduzco, entonces, que Edgardo se había abierto una cuenta bajo nombre falso, para poder utilizarla desde la computadora de su casa sin que su mujer se enterase.

Los primeros mails son festivos: Sonia 04 anuncia que se abrió la casilla de Yahoo, él le responde que está muy bien. Siempre se dicen que se aman. A medida que avanzo en los mails, encuentro una Sonia 04 muy distinta a la que a mí me dice que no la llame, a la que le cuesta demostrarme su afecto. A Edgardo, en los mails que leo, siempre le dice que lo ama, que lo ama como nunca amó, que es el hombre de su vida.
Dentro mío, una sensación ambivalente, muchas sensaciones contradictorias: celos porque quiso tanto, dolor porque no me quiere tanto, furia porque no me quiere tanto.
Debo parar, me digo. Miro el reloj de la computadora: aún falta más de una hora para que llegue Sonia 04. Debo parar, me repito. Y, sin embargo, no puedo.

En los mails siguientes detecto algo: Sonia 04 festeja el hecho de que Edgardo pudo mandarle dos mails en una semana luego de varias en las que no le escribió. Le dice que la alegría es muy grande, que lo extrañaba. Edgardo le dice que no puede escribirle porque le cuesta estar solo, que únicamente lo está por la mañana -la mujer sale a trabajar, imagino-, y que a esa hora el costo de la llamada es muy caro para conectarse a internet. Hay, aquí, un dato que se repetirá a lo largo de los distintos mails: Edgardo se queja, siempre, "de la platita" (sic). Me llama la atención.

Sigo leyendo, y descubro varios epílogos de discusiones que se desarrollaron en persona. Siempre, quien escribe para pedir disculpas es Sonia 04. Dice cosas como que lamenta mucho haber discutido el día anterior, que no puede dormir, que se la pasa llorando, que ella sólo quería estar cinco minutos más con él después de haberla pasado tan bien, pero que él estaba apurado por llegar a su casa y que eso la sacó. Dice, también, en otro mail, que no quiso decirle lo que le había dicho, que no quiso ofenderlo, alejarlo. Edgardo contesta, siempre, que está todo bien, que ya van a verse. Y repite, siempre, que le falta platita. Así, lo dice: "no hay platita".
Y se dicen que se aman, también.

Los mails de Edgardo están plagados de faltas de ortografía, lo que delata su condición de profesor de educación física. Bueno, al menos intento consolarme con eso mientras mi cabeza hierve, mientras me seco las lágrimas que corren por mis mejillas.

Hay un mail de Sonia 04 en que le dice a Edgardo que no quiere importunarlo, pero que estuvo pensando en él todo el día, en los problemas de salud de su hijo, a quien aparentemente tuvieron que operar.

Hay un mail de Edgardo que me llama particularmente la atención. En él, le agradece a Sonia 04 el hecho de que le haya comprado un vestido a su hija para el cumpleaños. Le dice que se lo dio, que se lo probó. Y hay una frase que me demuele, que me asquea: "Cada vez que veo a la nena con el vestidito puesto, pienso en vos".

Luego, hay mails que delatan el distanciamiento de él. Sonia 04 le dice que está arrepentida, que en un momento antepuso sus viajes pero que se da cuenta de que lo ama con locura, que sabe que ya es tarde, que antes se decían te amo y ahora él sólo le dice te quiero. Dice, Sonia 04, en el mail, que la última noche le preguntó a él si la amaba, y él le respondió te quiero mucho. Sonia 04 dice que le duele saber que lo que ella siente él ya no.

Luego, hay mails que hablan de un nuevo acercamiento. Alegría de ella, muchos te amo de él. Y algún otro "no hay platita", claro.

Hay un bache en las fechas. Supongo que es cuando Sonia 04 decidió terminar con la relación. Hay un mail de él donde le dice que siempre recordará "Cinema Paradiso", las veces en que fueron a comer, la ocasión en que fueron al club UPCN de Ezeiza -el mismo al que me llevó Sonia 04 hace pocas semanas-. Ella le responde que siempre lo recordará con mucho cariño, que fue una de las cosas más hermosas que le sucedió en la vida.

Hay un penúltimo mail/respuesta, del que deduzco que Sonia 04 durante algunos días se dedicó a tomar café en un bar cercano a la casa de Edgardo, en Aráoz y Santa Fe. Allí, Edgardo dice que la vio desde el coche mientras iba con los chicos, que luego la llamó y que ese "Edgardo" en vez de "Edi" le dolió mucho.

Hay un último mail, muy posterior, más de seis meses, en verdad es de enero de este año, en el que Edgardo le dice que envió un mensaje de texto para su cumpleaños, y que ella no lo respondió. Recuerdo que, para su último cumpleaños, Sonia 04 estaba en el sur con Ornella y su marido, y que me comentó que ese día estaba sin señal de celular y que había perdido todos los mensajes que le habían enviado.
A este último mail, no hay respuesta de Sonia 04.