Sonia 04: El día en que conocí a Gaby (y 3)

Sábado (cont.).

Antes de irnos, Sonia 04 le regala a Gaby un ejemplar de mi novela. Gaby aclara que está por irse de vacaciones, que cuando regrese la llamará a Sonia 04 para tener otro encuentro.

Una vez llegamos al coche, Sonia 04 comienza a llorar. Le acaricio el rostro, la verdad no sé bien qué hacer. Supongo que debe ser duro que a uno le digan todo lo que le dijo Gaby hace pocos minutos, pero supongo que debe ser más duro que se lo digan a uno estando presente la pareja.

Paramos a tomar un helado sobre avenida de los Incas. El helado es horrible.
Mientras estamos a una de las mesas, Sonia 04 se pone a llorar. Tira su helado a la basura. Le pregunto qué le pasa:
-Pasa que no hice nada con mi vida -dice.
Bueno, es un dato más concreto que el llanto silencioso. Ya sé por dónde empezar el consuelo.
-Pero cómo podés decir eso, mi amor, en la profesión te va muy bien.
-Una vez -dice ella entre lágrimas- tuve una reunión con mis compañeros y compañeras de la secundaria. ¿Sabés una cosa? Todos habían empezado a formar familias, y yo no.
-Bueno, vos estabas haciendo otras cosas, tenías otras prioridades.
-Sí, viajar. O eso se suponía, porque no viajé un carajo. No hice nada de mi vida.
-A ver, mi amor. Mirame, ¿si?
La tomo de las mejillas. Casi la obligo a mirarme. Con la mayor de las dulzuras de las que dispongo, digo:
-Mirá, no te voy a discutir todo lo que hiciste o dejaste de hacer, porque eso lo sabés vos mejor que yo. Lo que te digo es que tenés tiempo para hacer lo que quieras, y que estaría bueno que lo aproveches, y que contás conmigo para armarlo juntos. ¿Te parece?
Ella asiente, y luego me besa. Uno de esos besos salados, entremezclados con lágrimas.