martes, 6 de marzo de 2007

Sonia 04: Renuncias implícitas

Lunes. Por la mañana, temprano, le escribo a Sonia 04 un MSM. No responde. Cerca del mediodía, suena mi celular, atiendo y escucho a Sonia 04, de lejos, que conversa con sus amigas. Primero pienso que está terminando una conversación para hablarme, pero la cosa sigue y el tiempo corre. Corto. Llamo, le pregunto si ella llamó, dice que no, le explico lo sucedido y de paso le comento que no respondió el MSM. Cortamos. A eso de las 2, recibo un MSM de Sonia 04. Respondo. No hay respuesta hasta 4 horas más tarde. Hablamos a la noche, una charla corta, cuando ella ha terminado de atender a sus pacientes (10 de la noche, tiene muchos pacientes, trabaja para una de las mayores prepagas, esa que empieza con O), es breve, dice que tiene que cenar. Le digo que ayer la pasé muy bien, ella me dice que también. Le digo que la quiero. Nos despedimos.

No lo conté hasta ahora, pero cuando conocí a Sonia 04 me venía maileando con otras pre-Sonias que había contactado por páginas de internet, más un par que me habían escrito luego de leer este blog. Con una la cosa venía bien, habíamos arreglado incluso para vernos el domingo 10 de septiembre, es decir el día siguiente a mi primer encuentro con Sonia 04. Dado lo que había sucedido, anulé la cita (mensaje que decía "no voy a poder ir, sorry" -sí, sorry-) y corté los mails con las pre-Sonias. Digo, yo había hecho una elección y para eso tenía que dejar cosas de lado, si deseaba sostener mi honestidad. Y la honestidad no se elige.

Por otro lado, estaba el tema del blog. ¿Cómo contarle a Sonia 04? ¿Cómo decírselo? ¿Cómo evitar el herir susceptibilidades? Escribía con un mes de retraso a los hechos acontecidos, y estaba próximo a llegar al punto en el cual se resolvía el relato de lo sucedido con Sonia 03, la depre posterior, la apertura del blog y, sí, el conocer a Sonia 04. ¿Qué hacer, entonces? Era algo que no sabía pero que, conociéndome, no podía llegar a una resolución feliz.
Si hay algo que desconozco, son los finales felices.