miércoles, 28 de marzo de 2007

Sonia 04: Los frutos de la insistencia

Domingo 19 de noviembre de 2006.

Nos despertamos. Lo hacemos. Bastante bien. Al terminar, Sonia 04 apoya un brazo sobre mi pecho, me habla con el rostro cerca de mi oido:
-Pipu...
Yo respiro agitado.
-Vos sabés que yo también quiero que esto resulte, ¿no?
Asiento.
-Bueno, quiero que hagamos algo por los dos.
-¿Qué cosa?
-Vayamos a terapia de pareja.
-Pero Sonia 04...
-Dale...
-¿Te parece que nos va a servir?
-Estoy segura de que nos va a ayudar a resolver nuestros problemas de comunicación, en serio. Dale... ¿Sí?
-Bueno, está bien. Pedí un turno. Y fijate cuánto cuesta.

Partimos hacia La Plata. En el trayecto negocio con Sonia 04 la hora a la que vamos a regresar: es el cumpleaños de mi hermana, y quiero que lleguemos en hora. Negociar con Sonia 04 es difícil: propone algo, uno de la contraoferta, ella dice que sí y luego actúa como si esa contraoferta nunca hubiese existido. A veces, hay momentos en que me hace sentir que no existo.

La Plata. Visitamos a un matrimonio amigo de Sonia 04. En verdad, la amiga es la mujer de la pareja. Él, Bernardo, me cae bien enseguida. Nos ponemos a hablar de fútbol, me parece un buen tipo. Sonia 04 me había dicho que es un tipo extremadamente ordinario, pero la verdad que no me parece -y, si me pareciera, no me resultaría negativo-. Pasamos el día en la quinta. La amiga de Sonia 04 tiene un perfil muy bajo, es extremadamente sumisa, fueron compañeras de residencia. Es decir, de la época en que Sonia 04 le metía los cuernos a Rafael con otro miembro de la residencia. De ahí entiendo por qué se da la amistad con alguien sumiso, capaz de darle la razón en todo.
Disfruto del día, aunque hay nubarrones que se aproximan en mi interior: en un rato deberemos salir hacia el cumpleaños de mi hermana, es decir que será la presentación oficial de Sonia 04 ante mi familia.

Sí, acá lo que corresponde es la música de Tiburón.