Sábado 11 de noviembre de 2006.
Por suerte, hoy no viene la alumna que quiere escribir el Harry Potter argentino. Puedo despertarme sin despertador, lo que no implica que sea mucho después que lo usual: mi cuerpo se acostumbra a las rutinas. Aprovecho que Sonia 04 sigue durmiendo y veo el último capítulo de "Lost", que el eMule terminó de descargar en mi viaje -por eso no corto la luz en estas ausencias, más allá de los peligros que implique-: es fantástico, como de costumbre, reformula todo lo narrado hasta el momento sin traicionar al espectador, sin estafarlo.
Sonia 04 se despierta cerca del mediodía. Le preparo el desayuno, y mientras lo tomamos en la cama le pregunto, como al pasar, a dónde quiere ir de viaje conmigo. Es, en verdad, una pregunta formal, una de esas preguntas en las que uno supone que le repreguntarán a dónde quiere ir para compatibilizar los gustos. Sin embargo, Sonia 04 contesta rápidamente:
-Mar de las Pampas. Una cabaña en Mar de las Pampas.
Yo asiento, digo dale, bueno. Había pensado en San Pedro, alguna hostería, pero bueno, parece que ella ya lo tiene más o menos decidido. Le comento acerca de alguna otra posibilidad.
-¿Para qué? -pregunta-. Si Mar de las Pampas es hermoso, yo estuve de pasada con Hernán...
Una vez más, recordatorios. Trofeos. Hago como si no hubiese escuchado.
-Él no me dejó comprarme un biombo para el consultorio -dice Sonia 04.
-¿Qué?
-Nada, yo estaba eligiendo y él me dijo que teníamos que irnos, que no perdiese tiempo.
-¡Pero era un hijo de puta!
-Ya te dije, no me quería.
-Bueno, mi amor -la abrazo-. Vamos a ir a comprar ese biombo con todo el tiempo del mundo. Con todo el tiempo que permita un fin de semana.
-Un fin de semana para nosotros solos, Pipu...
Ella entorna los ojos. Conozco el gesto. Sonrío, la beso y la mano se pierde entre las cachas de su culo.
-Estaba pensando -dice Sonia 04.
La miro.
-No quiero volver manejando un domingo. Vayamos sábado, domingo y lunes.
-Yo había pensado que el viernes podía salir temprano del trabajo, tipo mediodía, y vos me pasabas a buscar y de ahí nos íbamos.
-Yo los viernes atiendo, Pipu.
-Y los lunes no.
-No, los lunes no, por eso.
-O sea que nos no dejarías de atender pacientes pero yo tendría que faltar al trabajo, inventarme alguna enfermedad.
-Claro.
Me quedo en silencio. Puedo lanzarle cientos de indirectas en relación a su forma de imponerse, pero ella no las percibe. Y no las percibirá hasta que sea demasiado tarde.
Comenzamos a mirar cabañas en internet. De repente, escucho:
-Tiene que ser rústica.
-¿Rústica?
-Rústica.
-Pero mirá esta, que es muy linda...
-No me gusta. Si voy, quiero que me guste.
Hay un dato que no di hasta ahora, porque no venía al caso: Sonia 04 gana el triple que yo. Ahora sí viene al caso.
-Esta es rústica.
-Sí, Pipu, esa sí.
Miro el precio por día.
-¿Y no te gusta la otra que vimos?
-No, esa no. Esta, rústica.
Escucho, de repente:
-Ah, tienen que estar apartadas una de la otra. Aisladas.
De un listado de alrededor de 70 cabañas, 10 se ajustaban a la descripción de "rústico". Que sumen la virtud del aislamiento en un lugar como Mar de las Pampas donde están construyendo cabañas hasta en las copas de los árboles, hay sólo tres.
Miro los precios.
-¿Y no te gusta la otra que vimos al principio?
-Dale, Pipu...
-Bueno, dejámelo pensar. Pero... ¿No podremos ir viernes, sábado y domingo?
-No: sábado, domingo y lunes.
-Bueno, pero... Yo había pensado en Tandil, o San Pedro.
-Mar de las Pampas.
Estoy por mandarla a la mierda, pero recuerdo que es la primera vez que ella propone algo para que estemos solos, tres días solos y relajados en un lugar que desconozco pero que a ella le gusta. Y, para mí, ahora, eso es suficiente como para que guarde silencio.
lunes, 26 de marzo de 2007
Sonia 04: Instrucciones acerca de como NO preparar un viaje
Etiquetas: Sonia 04