lunes, 19 de marzo de 2007

Sonia 04: En la cuerda floja

Luego de la discusión, ayer nos despedimos bien, con un te quiero cada uno (mentira, el mío fue un te amo). Me despierto, salgo para el trabajo, la llamo. Está distante. Lo noto y, como ya no da ocultar lo que noto, lo digo.
-Tengo que pensar, Elemental.
Si alguien me hubiese preguntado, habría jurado que lo de ayer fue más responsabilidad de ella que mía. Lo que expone Sonia 04, ahora, la exculpa por completo, diluye responsabilidades a mayor velocidad que gallina en Somalía. Le pregunto si hoy nos vamos a ver. Reitera que tiene que pensar. Digo ok, pero la angustia comienza a aflorar. Últimamente, cada cosa que hace Sonia 04 me angustia.

Mediodía. Almuerzo. Espero mensaje. En vano.

Recibo llamado poco después de las dos de la tarde. Sonia 04 dice que consiguió una sesión con Gaby, su analista preferida (la otra es la suplente). Me huele mal. Insisto, le pregunto si nos vamos a ver.
-Bueno, depende de cómo salga de la sesión con Gaby.
O sea, Gaby determinará, a su manera, si debemos vernos o no.
Más angustia. Corto.

A mi analista le digo que los manejos de Sonia 04 me joden, me generan inseguridad, me angustian. Ella escucha, cuando doy detalles de lo difícil que es salir con alguien así, su rostro se transforma. No sé, no podría definirlo exactamente, es una sensación, como si hubiese tocado una fibra íntima de la analista. Como si ella obrase de forma similar a Sonia 04.
-Bueno, ella ayer se tomó el trabajo de ir después de trabajar -dice.
-Sí, pero ni me preguntó cómo estaba.
-¿No estarás esperando demasiado, Elemental?
-¿Que me pregunten cómo estoy es esperar demasiado?

Cuando regreso a casa, mensaje de Sonia 04. Dice que va a a ir a la analista, y que después, si puede, me llama.
Me acuesto a dormir. Son las siete de la tarde.