lunes, 17 de septiembre de 2007

Sonia 00: Una menos

Lunes.

Llego al trabajo, temprano.

Debo serme sincero: la amiga de la Petisa, a esta altura, me importa muy poco. En la cama pensé en Sonia 00. No me pajeé. Nunca lo haría, por la cábala: si me pajeo pensando en ella, significará que nunca cogeremos. Que ni siquiera la besaré.

Y ahora, solo, en la oficina, me digo que quizás tenga posibilidades. Ayer Sonia 00 me dijo que quería ir al cine conmigo. Pensó en mí. Quiere estar conmigo. Vamos todavía, carajo. Me imagino en la sala, viendo Superman-versión-Brian-Singer, la imagen de Superman que toma a Lois Lane y vuelan, muy romántica, muy linda, y al lado, en la sala oscura, la oscuridad de esa petera boca.

Sonia 00 llega a eso de las once.
Bajamos al jardín.
Le pregunto si está mejor.
-¿Por qué lo preguntás?
-No sé, ayer no te noté bien, por teléfono.
-¿En serio?
-Qué se yo, en una de esas te pegó mal ir sola al cine.
-Puede ser. Ya me voy a acostumbrar.
-Sí. Igual te prometo que te acompaño a ver Superman y Piratas del Caribe 2 -apenas lo digo, pienso en el Preceptor, con quien iba a ir a verlas: me va a cagar a pedos, bueno, de última las veo dos veces.
Sonia 00 me mira.
-Digo -digo.
Sonia 00 me mira.
-Me dijiste que querías verlas conmigo.
-Ah.
No, por favor no. No otra vez.
-Igual no te preocupes -dice.
Y dice:
-Ya me voy a acostumbrar a ir sola.
Y no dice:
-Qué bueno que seamos amigos.

Chateo con la Petisa. Mientras la conchuda de Sonia 00 está en su oficina, chateo con la Petisa.
La Petisa me dice que a su amiga le caí muy bien.
-Qué bueno -escribo.
-Dice que le encantaría ser tu amiga -escribe la Petisa.

De repente, me pregunto por maldiciones.