jueves, 5 de julio de 2007

Sonia 08: Una relación pornográfica (3)

Sábado 2 de junio de 2007 (cont.).

Cenamos. Sonia 08 habla. Yo hablo poco. A medida que habla, me doy cuenta de que lo que dice no me interesa. Me siento culpable, sé que me debería interesar, que ella no debería ser sólo un objeto sexual, que objetivarla no va con mi ideología. Sin embargo, miro la boca, el sonido se apaga. Y ahí está. Un objeto.
Un objetito, para el caso.

El jueves, entre uno y otro, le pregunté a Sonia 08 qué cosas le gustaban de sí misma. Un poco para que dejara de hablarme de su historial sexual, la verdad. Me dijo que le gusta bailar. Que le gusta bailar árabe. Le dije que bailara para mí, cuando quisiera. Creo que mi intención era verla en otro rol que el de mamarme.
Sonia 08 trajo en un bolsito los adminículos para bailar. Va al baño, me da un cd para que ponga en el home theater.
Estoy en kimono -sí, tengo un kimono-, sentado en el comedor. Luz del comedor apagada, pidió ella. Sólo la que viene del baño. En un momento, escucho:
-Dále.
Presiono play. No es música árabe, lo cual me sorprende: es Ricky Martin, luego vendrá Shakira.
Sonia 08 sale del baño vestida de odalisca, y comienza a bailar delante mío.
De repente, no puedo creer lo que me sucede. O sea, estoy acá, sentado, en kimono. Delante mío, una fan del blog intenta calentarme con danzas árabes que no entiendo.
No sé: es como si me hubiese subido a un avión con destino a, por ejemplo, Nueva York y en el medio los terroristas se hubiesen apropiado de la cabina de tripulación para llevarme sin escalas al truculento reino de Bizarria.

Volvemos a hacerlo.
Comienzo a sentir algo, y es que Sonia 08 no necesariamente siente.
Comienzo a sentir que lo que hace son escenas copiadas de una película porno.
Como si nada fuese real.
Y comienzo a sentir un vacío que llena mi interior.