Paso por la editorial a firmar el contrato y a retirar los ejemplares. La edición me gusta, la tapa me encanta.
Mientras viajo en colectivo, releo mi cuento. No está mal, pienso.
De regreso a casa, leo el libro entero. Es decir, leo los otros diecinueve cuentos de los otros diecinueve autores. Recuerdo mi historia de un exiliado en alemania. Es una mierda, pienso.
Presentación del libro. Sonia -(aún no lo calculé) no asiste, vive en el exterior. Es decir, no conozco a ninguno de los otros autores. En la sala hay mucho amigos míos, compañeros del trabajo, alumnos del taller literario. Empieza hablando un tipo que dirige un suplemento cultural, quien, descubro asombrado, se refiere en varias oportunidades, en forma elíptica, a mi cuento. El otro presentador, un escritor de la generación intermedia por así decirlo, se manda un panfleto anticapitalista, se queja de las gordas de Pilar y la verdad que yo no entiendo mucho, no entiendo nada para ser sincero, no comprendo por qué dice eso acá, pero la verdad que el escritor de la generación intermedia, para mi gusto, escribe muy bien. O escribía: sus últimos libros no me gustan nada, me aburren. Mientras él habla descubro que el director del suplemento cultural está en pedo. Y no lo digo figuradamente. Mientras él habla miro de reojo al resto de los antologados, y me pregunto cuántos de ellos vivirán en el ostracismo como yo. Ninguno, supongo.
Cuando finaliza la presentación, el director del suplemento cultural y el escritor de la generación intermedia me felicitan por mi cuento. Yo, mudo.
Cuando finaliza el acontecimiento, el Editor Más Fachero me dice que todos van a ir a comer pizza. A riesgo de quedar como un antipático, le digo que no. Es más fuerte que yo. Ya estuve demasiado tiempo fuera de mi gruta. Esa es la sensación.
Y, no lo sé aún, han comenzado a activarse los dispositivos que, casi sin desearlo, comenzarán a sacarme de la gruta en la que me recluí voluntariamente.
martes, 29 de mayo de 2007
Sonia 00: Prólogo 09: Cómo el Editor Más Fachero me cambió la vida (2)
Etiquetas: El Editor Más Fachero