El publico de los foros parece heterogéneo, pero con un rapido vistazo uno se dá cuenta que es bastante homogéneo, digamos en general tirando a patético. Alguien que se queda en la casa sin animarse a salir para conocer a alguien, y se encierra en el espacio virtual de Internet, como consuelo imaginario al enclaustramiento real, sin encontrar algo más interesante en que perder el tiempo. A mí no me pasaba eso, yo salía, solo que…me había vuelto media fóbica. Mis amigas me acusaban de hinchapelotas, de intolerante, de buscarle 5 patas al gato, que fulano no porque tiene tal cosa, que mengano no porque es así o asá. Que ni te dás la oportunidad de conocerlos.
Y yo pensaba que para qué andar conociendo tanto nabo, que no todo lo bueno está por ser conocido o descubierto, que llega un momento en que uno mas o menos sabe lo bueno y lo malo que tiene, y que en general es bastante mejor del promedio a conocer.
Igual, para no sacarlas carpiendo me saqué un mail paralelo, para no mezclar mi vida normal con la avalancha de candidatos que me proponían ellas, y de vez en cuando aparecía alguno que me seleccionaban y lo agregaba a mis contactos, y chateaba un par de veces, y listo. Ahí quedaba el tipo.
Una noche me llama mi amiga, excitadísima porque me había encontrado “al candidato ideal”. El tal candidato era separado, 35 años, deportista, y guionista de un programa de humor de la tele.
Bien, vemos, dije. “Dále mi MSN”
Nos pusimos a chatear y la verdad es que era re divertido, la pasé bastante bien las veces que chateamos, aunque me llamó un poco la atención cierta dispersión, como que a veces se perdía en la conversación, se tildaba… o se iba y después volvía. En fin, el poder sostener o no una conversación con coherencia y continuidad es un dato al que presto atención, y bueno, esto era un poco…entrecortado.
Pensé que el Chat tiene eso, y nada más. Que el tipo podía ser un poco desconfiado también, total…él tampoco me conocía.
En paralelo iba el chat de él con mi amiga, que trataba de sacarle data y generarle ansiedad. Después de unos 10 días de chatear, me propuso vernos.
Mi amiga le había mandado por mail una foto mía y sospechamos un poco porque él nunca mandó la suya, alegando que no tenía ninguna digitalizada. Sospechamos de que fuera un bagarto, pero el pibe dijo tenerse mucha confianza “quedáte tranquila, yo la voy a conquistar” le decía a mi amiga. Digamos que no soy fácilmente impresionable, pero me gusta la gente con autoestima. Punto ahí.
(continuará)