Martes (cont.).
Pongo el despertador más temprano que de costumbre. De todas formas, me despierto antes. Lo apago. En silencio, voy a la cocina y preparo el desayuno. Cargo todo en la bandeja, lo ordeno con mucha prolijidad y voy al dormitorio. Coloco la bandeja junto a Sonia 04 y comienzo a darle pequeños besos en la mejilla.
-Feliz cumpleaños, mi amor.
Ella sonríe, entre sueños. Abre los ojos, ve la bandeja, me ve desnudo y sabe lo que se viene luego del desayuno.
-Me estás mimando mucho, Pipu.
-Te estoy mimando en la misma proporción que te amo. Quiero que tengas un día hermoso.
Desayunamos. Luego, la bandeja va a parar al piso. Luego, yo estoy sobre Sonia 04, pies al hombro, ella dice por Dios, ella dice perforame, y cuando yo caigo rendido a un costado digo:
-Feliz cumpleaños.
Sonia 04 se baña. Me meto en la ducha con ella.
-Feliz cumpleaños -digo.
La acompaño hasta el consultorio. La abrazo, la mimo. Quiero que, en lo que resta del día, camine entre algodones. Para mí los cumpleaños son fechas importantes, uno hace balances y los balances nunca son buenos, por lo que los mimos deben ser casi en sobredosis. La beso, le digo que la quiero. Nos despedimos en la puerta de su edificio. Varios, muchos besos, le acaricio el rostro. El portero de su edificio nos mira con cierta desaprobación, y a mí no me importa. Cuando se aleja hacia el ascensor, Sonia 04 me dedica una última mirada.
Sus ojos brillan.
lunes, 30 de abril de 2007
Sonia 04: El cumpleaños de Sonia 04 (2)
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