sábado, 31 de marzo de 2007

Sonia 04: Un modelo de vida

Martes.

La vuelta a la cotidianeidad se plasma de dos formas: regreso al trabajo y a la escasez de mensajes de Sonia 04.

Cenamos por la noche. En un momento, me dice:
-Hoy imaginé cómo vas a ser como marido.
Mastico despacio, no deseo atragantarme.
-Un tipo que labura, pero que mientras lo hace piensa en regresar a su casa a cuidar a sus hijas.
-Bueno -pienso, calculando cuánto de negativo puede tener esa imagen-, puede ser. De todas formas, está incompleta.
-¿Por?
-Falta la esposa. No volvería contento a mi casa por mis hijas o hijos, y eso si es que hay plural, sino también por mi mujer.
-Ah, claro.
-¿Por qué olvidaste a la mujer?
-Porque lo imaginé a partir de lo que me contaba hoy un paciente. Él es así.
-¿Un paciente? ¿Cuál?
-El paciente dadivoso.
-¿Y no mencionó a la esposa?
-No, se llevan como el culo. No tienen sexo desde hace meses. Pero te decía, el tipo sale, hace su trabajo, gana guita, y luego lo que lo hace más feliz es regresar a la casa, a su hogar.
-Sí, está bueno. Habría que ver si yo puedo ganar tanto como el paciente dadivoso.
-Seguro que vas a poder.
-¿Es importante, que lo haga?
Sonia 04 me mira.
-En lo que vos imaginaste a partir del paciente dadivoso, ¿lo importante era que regresase contento a mi hogar o que lo hiciese con los bolsillos llenos?
Sus labios se tensan. Puede que me haya excedido. Se toma un minuto para pensar la respuesta.
-Que vuelvas contento.
Y me pregunto qué otra respuesta habrá pasado por su cabeza en ese minuto.