martes, 20 de marzo de 2007

Sonia 04: Un domingo desnudo

Domingo 22 de octubre de 2006.

Dormimos en su casa. Me despierto antes que ella. Voy a comprar facturas y el diario. Desayuno. En un momento, escucho su voz desde el dormitorio.
-Pipu...
Me desvisto en el comedor, y luego voy hacia ella.

Surge el tema de la crisis del miércoles pasado. Sonia 04 me pregunta por mi analista, le cuento que es de hablar poco, que a veces no me convencen sus intervenciones. Le pregunto, entonces, cómo es ella con sus pacientes. Sonríe.
-Yo les doy con un caño.
La miro, desnuda sobre el colchón.
-A veces yo misma me asombro de lo que les digo. De todo, les digo, y sin anestesia. A veces se quedan duros, se asombran -se ríe-. Pero la gran mayoría después me lo agradece.
La miro, desnuda sobre el colchón.
-Igual soy muy afectuosa, los saludo con beso sonoro, a veces me despido con un abrazo. Pero te juro: les doy con un caño.
Como a veces conmigo, pienso.

Dice:
-En serio, no hace falta que uses.
Pienso en Edgardo, en qué lugares la puede haber puesto un tipo casado antes de dar con Sonia 04. Me pregunto si a ellos les habrá dicho lo mismo.
Dice:
-Quedar embarazada no es tan fácil, nene.
-Andá a la ginecóloga y vemos -digo.

Surge el tema de mis trabajos. Le comento que existe una lejana posibilidad de que viaje a Cuba en febrero, que un cuento mío recibió muy buena crítica.
-¡Buenísimo! ¡Yo puedo ir, también! ¡Había pensado viajar con la gente de buceo, pero podría hacerlo con vos! Además, estaría buenísimo ir a Cuba antes de que Fidel se muera, ¿no?
No sé qué tiene que ver, pero bueno. Ella trabajó un tiempo en Médicos del Mundo, supongo que es progresista, o que lo supone. Claro, hoy trabaja para la prepaga más cara de la Argentina y todo el tiempo remarca la importancia de ganar dinero.
-Vos tendrías que ganar mucho más que lo que ganás, te estás desaprovechando -dice.
No sé si a los pacientes les dirá este tipo de cosas, si se refería a esto, rato atrás.