Sonia 04: Lo hago por los dos

Martes 31 de octubre.

Durante el día, pocos mensajes. Cuando regreso del trabajo, Sonia 04 me llama. Breve. Le digo si nos vemos, ella prefiere que no. Ok, digo.

Hablamos a la noche, cuando ella regresa a Caballito. Breve, una vez más. Dice que tiene sueño. Recuerdo el día de ayer, el hecho de que dijo que tenía sueño y se quedó chateando, y yo le digo que hubiese tenido ganas de verla, aunque más no fuera quince minutos, aunque más no fuera para darle un beso. Que la extraño, le digo.
-Eso es bueno -dice Sonia 04-. Extrañarnos es algo bueno.
-¿Vos me extrañás? ¿Y por qué no querés que nos veamos?
-Porque es bueno que nos extrañemos, Elemental. Lo estoy haciendo por los dos.
-¿Y lo que yo deseo, no importa?
Del otro lado de la línea, silencio.
-Digo, no sé. Cada vez que vos hacés algo por los dos implica un distanciamiento. Apenas nos conocimos, dijiste que te sentías ahogada y que lo mejor era no vernos, que lo hacías por los dos. Después, con lo de que te mandaba muchos mensajes, lo mismo, y yo ahora cada vez que estoy a punto de escribirte me cago en las patas por si te va a molestar o no. Digo, yo cuando extraño a alguien voy y lo veo, calmo ese deseo. No disfruto con el sufrimiento.
-No nos entendemos, Elemental.
-No sé si se trata de que no nos entendamos, Sonia 04. Me parece más bien que vos no estás dispuesta a meterte en la relación.
-Vos pedís demasiado.
-Pido lo que pide cualquier flaco que se enamora, sólo eso. La cuestión está en si vos estás enamorada o no.
En algún momento, comienzo a llorar. Intento que no se note en mi voz, pero se ve que es imposible.
-No tenés que ponerte así.
-Pero me pongo.
-Mañana tenés terapia, ¿no?
Mi tono de voz alcanza, casi, el nivel de grito.
-¿Por qué mierda cada vez que estoy mal por algo que pasa entre nosotros vos me mandás a la analista, en vez de tratar de ayudarme? ¿Yo hago lo mismo, con vos? ¿Hay alguna vez en que vos estés angustiada en que yo te pregunte cuándo tenés sesión con tu analista, para sacarme el problema de encima?
-Es que yo no puedo hacerme cargo de esto.
-¿Y de qué carajo te podés hacer cargo?
-No nos entendemos, Elemental.
-La personaque cuando se presentó dijo que tenía muchas ganas de formar pareja fuiste vos. Vos me decías que estar en pareja te hacía bien. Bueno, acá estoy. Me enamoré, tengo ganas de verte. Se supone que te gusto, que te divierto, que te parezco inteligente, que gozás cuando cogemos. Bueno, ¿por qué no te hacés cargo en vez de largar frases de un libro de autoayuda?
-Necesito tiempo, Elemental.
-¿Más?
-No nos entendemos.
-Te juro que si decís una vez más que no nos entendemos me voy hasta Caballito.
-Mejor hablamos en otro momento.
-Pero...
-Me parece que ahora no es buen momento para hablar.
Corta. Corto. Tomo el tubo, estoy a punto de llamar, de mandarla a la reputísima madre que la parió. En lugar de eso, voy a la cama. Me recuesto.
No duermo en toda la noche.