viernes, 9 de marzo de 2007

Sonia 04: Límites

Lunes.
Durante el día, mensajes de texto. Sonia 04 siempre responde con al menos un par de horas de delay, y breve. Por la noche, hablamos por teléfono. Mi tono es cariñoso, pero ella enseguida denota su cansancio. Le pregunto cuándo nos podemos ver, me dice que mañana vuelve de Lanús un poco tarde, el miércoles tiene el curso de cine, el jueves se queda a dormir en lo de su abuela y el viernes tiene tango. Ah, digo. Enseguida, Sonia 04 le da al diálogo la dinámica del cierre. Está cansada. Mientras habla y yo digo todo ahá, pienso. Pienso que hay cosas que me cansan, de Sonia 04. Pienso que no sé cuán enganchada está en la relación. Pienso en que aún ni siquiera sé si esto es una relación. Pienso que no puedo seguir mascullando todo, pensando y no hablar por miedo a la reacción de Sonia 04. Cuando ella se está por despedir, pregunto:
-¿Fuiste al médico?
-No, ¿por?
-No, supuse, porque estás siempre cansada.
Del otro lado, silencio.
-Mirá, no te ofendas por lo que te voy a decir -digo, y mi tono es inusitadamente diplomático-, pero me parece que no me dejás mucho espacio en tus cosas.
Del otro lado, silencio.
-Digo, estamos en la etapa en que nos estamos conociendo, en que se supone que cada uno está fascinado con el otro, ¿no?
Del otro lado, silencio.
-Y bueno, el sábado te viniste desarreglada a la cena, que pospusiste en horario como de costumbre, porque tenías otra cosa que hacer. Y te juro que no me molesta que vengas desarreglada desde el punto de vista estético, porque para mí estás siempre hermosa. Pero sé lo que significa para una mujer arreglarse para un hombre, y no lo hiciste.
-Es que no pude por Gladiola...
-Exacto, a eso iba. Encima, quisiste traer a la cena a Gladiola. Y ayer, el único día que podemos compartir, estuviste todo el día muy cansada y dormiste casi todo el día. Digo, ¿cómo hago para conocerte?
Del otro lado, silencio.
-Además, hacés ochocientos mil cursos, para los cuales no estás cansada. Conclusión: estás cansada para verme. La pregunta, entonces, es qué espacio me podés dar en tu vida, para así saber qué espacio darte en la mía y, también, si me interesa ese espacio que me podés dar.
Del otro lado, silencio. Aunque luego habla.
-Elemental, me estás diciendo muchas cosas. Dejame pensarlo.
-Por supuesto. Yo también tengo que pensar.
Cuelgo. Pongo un capítulo de "Prison Break" que recién me descargué. Cuando el capítulo está por la mitad, suena el teléfono. Atiendo. Sonia 04.
-¿Estabas durmiendo?
-No, estaba viendo una serie.
-Ah, bueno, entonces seguí mirando...
-No, Sonia 04, prefiero hablar con vos.
Del otro lado, silencio. Luego de unos segundos, habla.
-Quería decirte que tenés razón.
De mi lado, silencio. No lo puedo creer. Hago un planteo y me dan la razón, por primera vez en mi vida.
-Soy así -continúa Sonia 04-, medio pelotuda. Lo que quería decirte es que para mí el haberte conocido es muy importante, y que quiero darte un lugar en mi vida. Pero suelo boicotearme las cosas.
-Algo había notado.
-Bueno, no me lo permitas. Cuando notes algo así, decímelo que está todo bien.
Que conste en actas. Dijo: cuando notes algo así, decímelo que está todo bien.
Pasen y vean, entonces, cuánto se puede desdecir una persona en el futuro no tan lejano.