Lunes.
Sonia 04 se quedó a dormir en casa, porque está cerca de lo de Diógenes. Me despierto, la beso, ella sigue durmiendo. Le indico que debe levantarse, ella sigue durmiendo. Preparo el desayuno, se lo llevo a la cama, ella remolonea. Desayunamos, ella agradece el desayuno, dice que la cuido mucho. Es cierto, tanto que cuando salimos del departamento -yo no podía salir hasta que lo hiciera ella, salvo que la dejase encerrada- y la acompaño hasta el coche, ya estoy cansado. Camino hacia el colectivo, y el inicio de semana me resulta, por primera vez en mucho tiempo, agotador.
Llego al trabajo, y tengo mail del Libanés.
Hola querido, ¿Cómo anduvo la visita a la abuela de Sonia 04, en Lanus, cuna de nuestra querida Niña Bonita? Espero comentarios, y espero que todo haya salido más que bien.
Le respondo.
Mi querido, la cena en lo de la familia de Sonia 04 estuvo bárbara. Casi te diría que podré entenderme mejor con mis suegros que con mi novia, jajajaja... No, en serio, recontramacanudos, la pasé muy bien.
Minutos más tarde, escueto mail de la Trotamundos.
¿Sonia 04?
Respondo.
Qué se yo, supongo que bien. La verdad, estoy cayendo en la cuenta de que hace mucho que no estaba en pareja, y más aún en algo tan comprometido como lo que tengo con Sonia 04. La quiero, creo que la amo, pero hay momentos en que me siento agobiado. Hoy a la mañana, por ejemplo, tuve que despertarme, hacerle el desayuno, despertarla varias veces e insistirle para que se levantara porque tenía que llegar temprano a no sé dónde (adonde llegó tarde, por supuesto), casi ni hablamos... En fin, que arranca la semana y yo ya estoy cansado. Tendré que amoldarme, supongo.
Responde.
Me quedo pensando en lo que me escribió la Trotamundos. Tiene que haber una solución, tiene que haberla... Miro el monitor, y la encuentro.
Por la noche, mientras cenamos, le digo a Sonia 04 que tengo una sorpresa. Me mira, curiosa. Meto las manos en el bolsillo, y le doy las llaves de mi departamento.