Volvemos en el coche, y aún me siento incómodo. Mi temor es que Gladiola represente lo que Sonia 04 es. De a poco, con mucha diplomacia -mejor dicho, con toda la que poseo- le digo que la fiesta no estuvo buena, que fue bastante decadente, en especial teniendo en cuenta que la cumpleañera festejaba sus 28 años. Por suerte, Sonia 04 enseguida acuerda conmigo.
-Ya no sé qué hacer, con esta chica -dice.
Me quedo en silencio, espero a que se explaye con el concepto de "qué hacer".
-No tiene un mango, le va mal en el trabajo... Razones para deprimirse tiene, pero no puede salir de ahí. Mirá que la derivé a Tatiana...
Aclaración: Tatiana es una de las mejores amigas de Sonia 04, también psicóloga, con dos hijos, casada con un psiquiatra, vive en Belgrano. Sonia 04 supervisa sus casos con ella, lo cual, cuando me lo contó, no me cerraba en lo de ética profesional, pero esto...
-¿Pero se puede? -las palabras salen de mi boca como una ametralladora.
-¿Qué cosa?
-Digo, las dos son amigas tuyas, casi diría tus mejores amigas... ¿Una puede analizar a la otra?
-Los límites no son tan estrictos, Elemental. Igual, también va a un psiquiatra. Y, por lo que me contó, Tatiana tampoco sabe ya qué hacer con Gladiola.
-Ah -digo.
Los límites no son tan estrictos. Pienso en Rafael y cómo lo engañó, pienso en Edgardo y los dos años de relación, pienso en salir con Hernán, el mejor amigo de Rafael... Pasen y vean, entonces, cuánto se pueden torcer los límites.