viernes, 23 de marzo de 2007

Sonia 04: Fin de un día agitado

Miércoles (cont. y final).

-¿Qué hago? -pregunta el Libanés con los ojos desorbitados.
Lo miro, nervioso.
-¿Me tiro por la ventana? -pregunta.
-No, boludo, es un décimo piso -respondo, como si hubiese barajado esa posibilidad.
Me mira.
-La pizza no va, ¿no? -pregunta.
-Y, no.
Veloz, el Libanés toma su mochila y me acompaña hasta la puerta del departamento. Salimos al encuentro de Sonia 04.

Salimos del ascensor. Del otro lado de la puerta de vidrio, Sonia 04. Me acerco. Abro la puerta. El Libanés sale.
-Hola, Libanés, cómo te va -dice Sonia 04.
-Hola -dice el Libanés, y responde al beso que le ofrece ella.
-¿Qué tal..? -intenta preguntarle Sonia 04, en vano: el Libanés ya caminó, rápido, media cuadra. No la escucha.
Sonia 04 me mira.
-Parece que hubiera visto al demonio -dice.
-¿Pasás? -pregunto.
Ella asiente. Pasa.

En el ascensor, me abraza.

Llegamos al departamento. Sonia 04 me abraza, me besa. Recuerdo los consejos de la Trotamundos, lo que tenemos que aclarar con Sonia 04 para que esto funcione. La separo unos centímetros.
-Tenemos que hablar -digo.
-Tenemos que disfrutar -dice ella.
Me besa. Me abraza. Creo que quiere algo más. La separo. Apoyo las manos en sus hombros, y la llevo a sentarse. Me siento del otro lado de la mesa.
-Tenemos que hablar -insisto.
-Tenemos que disfrutar, dijo Gaby, mi analista.
Hago como si no escuché. Hablo, entonces.
-Sonia 04, hay cosas que necesito que vos no me das, y hay cosas que vos querés que no sé si te puedo dar.
-Todo tiene solución.
-¿Dijo Gaby?
-Gaby dijo que sos muy inteligente, muy romántico. Un tipo de esos que ya no abundan.
-¿Y con todo lo que pasó qué hacemos? -pregunto.
-Disfrutamos. Relajate.
Se pone de pie. Me besa.
Intento recordar todo lo que me aconsejó la Trotamundos, todo lo que me dijo el Libanés.
Pero no puedo.
Es el fin de un día muy agitado.