viernes, 23 de marzo de 2007

Sonia 04: El Libanés al rescate

Miércoles (cont.).

Llamo al celular del Libanés. Atiende. Lo saludo.
-¿¿¿¿¿¿¿Qué te pasa?????????
Odio ser tan transparente que con sólo saludar ya saben si estoy mal. Le digo que está todo mal con Sonia 04, que necesito hablar con él.
-Estoy en lo de la Niña Bonita -me dice-, pero dame un ratito y salgo para allá.
Veinte minutos después, está en mi casa.

Son las 8 de la noche. Para cuando llega el Libanés, las palabras de la Trotamundos comenzaron a hacer efecto, todo el que no tuvieron las de mi analista -ex analista-. Nos sentamos, le cuento la situación. Cuando termino, dice:
-¿Y cuál es el problema?
Lo miro, atónito.
-Elemental, tenés problemas con Sonia 04. ¿Y? ¿Cuál es el escándalo? Es una mina, loco. UNA MINA -esta última oración la dice en mayúsculas, se escucha con claridad-. Si está todo mal, le das una patada en el orto y a otra cosa.
-Me va a dejar ella a mí.
-Mejor.
Yo esperaba un no, cómo te va a dejar.
-Es UNA mina. Hay otro montón, en la calle.
-Sí, pero yo me había ilusionado...
-Mirá. La cuestión acá es que vos esperás cosas que ella no te da. No sé si no quiere, si no puede, qué se yo... Ese es un problema de ella. A mí el que me importa sos vos, que sos mi amigo. Y yo te digo que, lo sé por todo lo que me dijiste de ella, la forma en que hablás de ella, vos la querés. Y la querés bien. Y no sé si se lo merece. Es decir, no sé si se lo merece ESTA mina.
Lo miro en silencio. Tengo las manos entrelazadas, presionadas entre las piernas. Mi imagen debe ser patética, pienso.
-Ella dice que vos le demandás mucho. Vos sos un tipo tierno, un romántico. Vos te jugaste por ella, loco. Me acuerdo cuando te dijo que se sentía ahogada, ahí nomás daba para meterle flor de patada en el orto, y vos seguiste. Vos te mostraste dispuesto, y es lógico que esperes algo a cambio. ¿No te lo puede dar? Listo. Es UNA mina.
Lo miro en silencio.
-Además, el otro día estaba hablando con la Cuyana, la Trotamundos y el Tarta... Loco, te salió lo de la editorial grande, lo de la colección... La venís peleando desde hace una bocha y estás empezando a cosechar todo lo que sembraste. Estás en uno de tus mejores momentos, y no puede ser que te pongas así por UNA mina -insiste con las mayúsculas-. Vos disfrutá, loco, que ya vas a ver cómo las minas se te vienen al humo. Sos un gran tipo, ayudás a tus amigos... Dejate de joder.
Lo miro en silencio. Me mira en silencio.
-Ok -digo-. Es una mina. ¿Te parece que llamará?
-¿Te digo todo eso y vos me preguntás si te va a llamar?
Me encojo de hombros.
-No sé si lo va a hacer. Lo que sí sé es que si no lo hace es una pelotuda.
Sonrío. Esto, es tener amigos.
-¿Nos pedimos una pizza? -pregunta-. Me estoy cagando de hambre.
Voy hasta la cocina, a buscar el imán pegado en la puerta de la heladera.
Es entonces.
Suena el timbre.
Salgo de la cocina.
El Libanés me mira.
Yo lo miro.
Atiendo.
Es Sonia 04.