El martes me despierto entre enojado y deprimido. Había creido dar con alguien que valía la pena -es cierto que no muy agraciada en lo estético-, y me viene con un problema cardiorespiratorio: se ahoga. Mascullo puteadas y lamentos en el bondi, en el trabajo lo comento con mis compañeros y compañeras de trabajo. Ellas son más claras: sacátela de encima. El Chancho, el más comprensivo: bueno, ella debe tener sus tiempos... ¿psicóloga, me dijiste?
El resto del día me pregunto cuánto es suficiente oxígeno para Sonia 04. Vuelvo a casa, miro un capítulo de House que recién me bajé con el Emule, y antes de irme a dormir me conecto al Messenger. Sonia 04 está. A la mierda con el oxígeno, me digo.
Hola, tipeo.
Hola Elemental! (así, sin coma y con signo de admiración)
El resto de la charla, poco y nada. Me pregunta por mi día, etc, todo tal como ayer antes de derivar en su dificultad cardiorespiratoria. En algún momento, digo:
-Una cosita.
-Decime.
-¿No podías inventarme que tenías una reunión o algo, en lugar de decirme eso de que te sentías ahogada?
(silencio de algunos segundos)
-Yo no miento, Elemental.
Poco después, nos despedimos. Me meto en la cama, ya con menos angustia y más bronca.
lunes, 26 de febrero de 2007
Sonia 04: Y todo terminó (o debería haberlo hecho)
Etiquetas: El Chancho, Sonia 04