A poco de conocernos, le dije a Sonia 04:
-Vos sabés que yo escribo, y que todo lo que suceda o se hable entre nosotros puede llegar a ser transformado en prosa, ¿no?
Ella sonrió:
-Ji ji -dijo-, ¿me vas a transformar en protagonista de una novela?
-No -sacudí la cabeza-, me refiero a que si todo sale mal voy a colgar la experiencia en mi blog personal.
Para entonces, Sonia 04 ya sabía de "El diario de un neurótico". Se había reido de los comentarios acerca de las anteriores Sonias, pero entonces frunció el ceño, torció la boca -tiene labios muy finos, casi podría decirse que no los posee, por lo que torcer la boca, en su caso, significaba una insólita muesca en su anguloso rostro- y dijo:
-Bueno, pero prometeme que no vas a contar TODO -dijo esta última palabra así, toda con mayúsculas.
-¿TODO? -pregunté, también en mayúsculas.
-Las intimidades, los secretos... eso, TODO.
Me quedé en silencio. No podía prometerle eso, de ningún modo. Lo único que le dije era que, al igual que en el caso de las otras Sonias, no iba a revelar su nombre.
-En serio, Elemental, prometeme.
Y me quedé callado.
Traduzco: a partir de la semana que viene, contaré TODO lo que sucedió en esta relación que duró cinco meses.
viernes, 16 de febrero de 2007
Sonia 04: Hoy ni una promesa
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