jueves, 2 de agosto de 2007

Sonia 00: Pool

Sábado.
Suena el teléfono. Atiendo. Sonia 00.
Me sorprendo, no es usual que llame por teléfono. De hecho, creo que es la primera vez. Sí, es la primera vez.
-¿Elemental?
-¿Sonia 00?
-¿Qué vas a hacer esta noche?
Es sábado. Si continuase mi vida tal como era antes de Sonia 00, miraría películas tirado en el puff y comería como un cerdo. De acuerdo a los últimos cambios, miraría películas y comería una puta pechuga de pollo con caldo light.
-No sé -miento.
-¿No querés salir?
¿Me está invitando a salir? ¿Sonia 00 me llama a casa para invitarme a salir? ¿Se ha terminado mi sufrimiento?
-¿Salir? -pregunto.
-No quiero quedarme en casa.
-...
-¿Salimos?
-Bueno, sí, dale. ¿A dónde querés ir?
Pienso, ruego: por favor que diga a un telo, por favor que diga a un telo.
-Hace mucho que no juego al pool -dice.
-¿Vos jugás al pool?
-Sí, siempre iba con mi ex, pero desde que corté no voy. Lo extraño.
-¿A tu ex?
-Al pool, tonto.
O sea, pienso, me está invitando para una actividad que realizaba con su ex novio. O sea, deduzco, estoy ocupando un lugar que ocupaba su ex novio. De acá a besarla hay un paso. De acá al casamiento, un suspiro.
-Bueno, dale -digo, y en mi mente sólo hay espacio para su boca de petera.
-Le digo al Alemán, ¿te parece? Ustedes dos son muy amigos, estaría bueno salir los tres.
-Eeeeeehhhhhhhhhh -es lo único que alcanzo a decir.
-Lo llamo y te llamo.
-Eeeeeeehhhhhhhh...
Corta. Me quedo mirando el tubo del teléfono como si contagiara una peste desconocida. Meneo la cabeza. No, no voy a ocupar ningún lugar que ocupase el ex novio.
Al ratito, llama.
-Podrías traer una amiga para el Alemán -digo, como para ubicar los tantos, apenas atiendo.
-No, al final el Alemán no puede.
-¿Vamos vos y yo?
-Sí.
-¿Los dos solos?
-Sí.
-...
-...
-¿A qué hora?
-Te paso a buscar tipo once, ¿te parece?
-Bueno, dale.

Me pasa a buscar. Está vestida con cierta ordinariez, pero las tetas desbordan, el rouge abunda en sus labios de petera. Creo que tengo una erección apenas salgo del ascensor y la veo.
La saludo con un beso en la mejilla.
Me propone ir a "Taz", en Placita Serrano.
Vamos.

No juego mal al pool. Hace bastante que no practico, pero recuerdo. Es de las pocas cosas que me enseñó mi viejo, habitué del billar.
Conseguimos mesa enseguida. Desde el resto, a Sonia 00 le miran el culo, las piernas, la boca de petera, las tetas prominentes -¿llevará push up? ¿será una de tantas estafas?-. Me siento envidiado. El gordito adelgazado que se levantó a un minón. A flor de hembra. Qué boca de petera, mamita.

-Jugás bien -dice.
-Hace mucho que no lo hago.
-Jugás mejor que mi ex.
-...

-Me encanta, que estemos acá jugando al pool.
-Sí, es divertido.
-Está bueno, que podamos salir un sábado, vos y yo solos.
(lo sé, lo sé, va a decirlo, va a decirlo, por favor que no lo diga, por favor...)
-...
-Qué bueno que seamos amigos.
Pifio con el taco a la bola. Casi rompo el paño.

Antes de subirse al taxi, me abraza.
-Te quiero, Elemental. Sos mi amigo.
Y se va.

Creo que he descubierto una regla: las mujeres que se despiden de mí con un abrazo, nunca me besarán. Es más: creo que me abrazan para esquivar mi boca.

Vuelvo vencido a la casita de mis viejos.
Al menos me queda el consuelo de que gané los partidos que jugamos.