Sonia 00: Conociéndote

Martes.

Bajamos con Sonia 00 al jardín.
No sé cómo, surge el tema de la fidelidad y de la infidelidad.
-Yo siempre fui fiel -digo.
-Yo también -dice ella.
Hay un instante de silencio. Luego, dice:
-Durante todo el último período con mi ex yo tenía un compañero del Ministerio que me estaba atrás. Me volvía loca. Me invitaba a salir. Yo le decía que tenía novio, pero él insistía.
-Intrépido, el muchacho.
-Sí. Yo te confieso que, al final de la relación, muchas veces cuando cogíamos con mi ex yo pensaba en el otro.
-¿En serio?
-Sí.
-Mirá vos. ¿Te parece mal?
-No, en general cuando la gente tiene relaciones sexuales se cuelan imágenes de otras personas, en el medio. Bah, eso creo.
-Sí, ¿no? Pero era impresionante. Yo en un momento empecé a pensar todo el tiempo en este flaco. Que tenía novia.
-¿Todo el tiempo?
-Todo el tiempo.
-¿Y?
-Y largué a mi ex.
-¿Pero entonces lo largaste porque la relación era una cagada o porque te gustaba este otro?
-No me gustaba, me calentaba. Yo soy una mina muy sexual.
-Mirá vos.
-¿Vos sos muy sexual?
-Sí, supongo. Bah, si por sexual te referís a conejito, sí.
-¿Conejito?
-Conejito. La primera etapa de las parejas, cuando se conocen, es la del conejito. Le das como los conejos ante cualquier excusa.
-Es cierto. Yo cuando empecé a salir con mi ex, que era compañero de la facu, nos escapábamos para coger.
-¿Cogían bien?
-Bueno, la verdad que yo le enseñé a él.
-Mirá vos.
-Y con este otro flaco también, era muy sexual.
-Mirá vos.
-Nos escapábamos del laburo.
-O sea que para vos el inicio de las relaciones implica escapes, ¿no?
-Sí, algo así. Pero con éste no sabés cómo cogíamos...
-No, en efecto, no sé.
-Una barbaridad. No sabés cómo me daba. Duro, me daba.
-Mirá vos. ¿Y qué pasó?
-Que yo no quería ser la otra.
-Ah.
-O sea, él me dijo que por mí largaba a la novia, si yo quería.
-No entiendo.
-¿Qué cosa, no entendés?
-¿No querías ser la otra o no querías que largue a la novia?
-Yo estaba muy confundida, en ese momento.
-¿Hace cuánto fue?
-Tres meses.
-Mirá vos. ¿Y después?
-Después corté.
-¿Y él no intentó nada?
-Sí, claro, cada tanto me trata de enganchar en el chat. Lo tengo anulado para que me vea, pero yo lo veo.
-¿Para?
-No sé. Pero él cada tanto me invita a vernos. Dice que largó a la novia.
-¿Y entonces?
-No es para mí.
-Ah.
-¿Te dije que me encanta, hablar con vos? Sabés escucharme, entenderme.
-Qué bueno.
Y volvemos a nuestras oficinas.