lunes, 23 de abril de 2007

Sonia 04: Terapia de pareja, una carta y unas opiniones (y 4)

Viernes (cont.).

Caminamos desde lo de Silvina hasta lo de Sonia 04, por Doblas derecho -ahora que lo pienso, Sonia 04 eligió una terapista de pareja que le queda cerca de su casa, sólo a cinco cuadras, ¿será parte de la fiaca que le da la pareja?-. Vamos de la mano. Sonia 04 me dice cosas lindas, y yo a ella. Nos despedimos en la puerta, algunos besos, y me subo a un taxi.

En el taxi, la serenidad que me brindó el hecho de que Sonia 04 aceptara lo planteado en la carta hace efecto. Me siento cansado. El cuerpo se derrite. Necesito dormir. Mientras veo el tráfico sobre avenida Belgrano, me digo que desde que empecé a salir con Sonia 04, hace poco más de cuatro meses, entré en un vértigo que ahora está empezando a mostrar sus resultados.

Durante el día de trabajo estoy hecho un zombie. Recibo un mail de Sonia 04, al mediodía, donde dice que me ama. Le respondo otro, le digo que yo también. Sin embargo, es como si el cansancio persistiera. El Chancho, el Flaco y el Tanguero me miran desde sus escritorios. No hacen ninguna pregunta: me puse los auriculares, Julieta Venegas me rescata del mundo exterior. Intento continuar la nouvelle que me propuse regalarle a Sonia 04 para dentro de diez días. Escribí menos de una quinta parte, por lo menos de lo que tengo planificado. Pero no puedo. No puedo hacer nada.
Estoy cansado.
Tanto, que me pregunto si, por más que ahora me dice que me ama, por más que acepta -en la terapia de pareja, no cuando estamos solos- lo que le digo, me pregunto si, decía, no será que estoy cansado de Sonia 04, y no del vértigo de la relación.