viernes, 15 de septiembre de 2006

Sonia 03: Una voz en el teléfono (2)

Llego a casa luego de haber comprado una maquinita de afeitar (nueva, cábala) y dos cajas de preservativos (si nuestro encuentro tiene algo que ver con las charlas telefónicas, deberemos usarlas enteras). Enciendo el calefón, me baño dos veces de corrido (cábala), y cuando salgo de la ducha veo que el MSN se ha abierto. Sonia 03 dice:
¿Estás muy pero muy pero muy ocupado?
No respondo por ahí. Levanto el tubo, hablamos. Mientras marco los números, siento que me bañé en vano: no nos vamos a ver, surgió un imprevisto. Dos timbres, atiende, digo hola, dice holaaaaaaa, hablamos de los nervios (lo cual me pone aún más nervioso), y de repente, no sé cómo, ella dice:
-Estuve hablando con una amiga.
Esta frase es fatal. Cada vez que una mujer habla con una amiga, nuestro papel ante esa mujer se deteriora. Siempre, absolutamente siempre, esa frase es el inicio de la debacle. Entonces, como me quedo callado, dice:
-Quería avisarte que hoy no vamos a ir a tu departamento.
Como me quedo callado, dice:
-Me dijo mi amiga que no nos conocemos, que sólo fue por internet, que vos podés ser un asesino serial -luego de decir esto, se ríe. Al menos capta parta del sentido.
Me quedo callado.
-Te cayó mal -me dice.
-Sonia 03 -digo, y siempre que una frase se encabeza con el nombre del interlocutor es porque se va a decir algo importante, o al menos algo que quien habla cree importante (lo cual, en la mayoría de los casos, no es importante)-, yo no sé qué va a pasar esta noche -pienso en que compré los preservativos en vano-, pero si te deja tranquila hay muchas opciones. Tu casa, por ejemplo.
-Ay, está la perra, yo no sé.
-Bueno, un telo.
-No me gustan.
-Bueno, no sé. Tu coche.
-Mejor no nos besemos.
-Sonia 03, yo no voy a ir a la cita ni con la obligación de besarte ni con la de no besarte. Lo que dé, dará -esto último parece el título de una canción de Cris Morena.
-Sí, claro, pero mejor no nos besemos.
Le confieso, entonces, que me cuesta horrores besar en una primera cita. Es la verdad.
-Mejor, no nos besamos y listo.
-¿Vos querés que no nos veamos?
-Ah, no, ahora me estás dejando plantada... Esperamos toda una semana para conocernos, y lo querés patear para adelante, además yo ya dije que no iba a la fiesta...
-Te estaba cargando.
Se ríe, me río. Acordamos que, si da, nos besamos. Y, si da, ya veremos dónde sigue la cosa. Cuelgo, y miro el reloj. Falta poco para las 22 horas, cuando finalmente me encontraré con Sonia 03.