Al mediodía, recibo mail de Sonia 01. Problemas del servidor mediante, dice que me lo mandó por la noche. Cuando hablábamos por teléfono, yo me aferré a que me gustaba llegar al trabajo y leerla, lo cual era cierto. Por lo visto, la enternecí. Lo cual, supongo, espero, no está mal.
Esto es una late good evening (¿esto vendría a ser algo así como el show de David Letterman?). My apologies por responder tan tarde, pero hace apenas un ratito que llegué a casa de la universidad. (Taller de tesis). (Esto es lo único que quedó del mail que te estaba escribiendo antes de llamarte.) A ver… Tengo tu voz adentro de mi cabeza y estoy algo cansada por lo que no me va a resultar fácil escribir… (¿mi voz le dificulta la escritura? ¿es que acaso mi voz, una de las peores cosas que tengo, le ha gustado?) Veremos qué pasa con el taller de tarot, que lo más importante, es que estoy segura de que va a ser divertido. (traducción: me da culpa que siendo tan intelectual, persona que puede citar a Shakespeare en lengua original, me interese el tarot) Sí, de todo intento extraer placer y es hasta ahora el único camino real que encontré para discernir entre aquello que debería y no debería hacer. Por ej. alguien me ofrece un laburo fijo ahora que trabajo freelance (dilema con el que estoy lidiando en este momento porque la semana pasada una consultora me pidió exclusividad) (o sea, me aclara que labura por su cuenta, pero que es muy codiciada en el medio en el que se desenvuelve… ¿cuándo fue su último elogio a mi persona? ¿respeta lo de un elogio cada cuatro o cinco líneas? ¿qué está pasando?). No cambiaría un laburo por otro por un tema de guita y, más importante, a costa de mi bienestar. (o sea: dice que está bien, cosa que uno siempre debe decir al principio porque sino el otro podría temer que esta persona busca pareja sólo por desesperación –lo cual es cierto en casi todos los casos en que se busca pareja-, y al mismo tiempo le resta importancia al tema dinero, lo cual me viene más que bien: ¡sigo en carrera!) Y esto me lleva al tema de la felicidad. Para ser feliz definitivamente hay que tener las agallas de reconocer qué es eso que uno quiere y duplicarlas para go for it (¿en su cabeza se mezclará el español y el inglés? ¿es sólo una postura o el eco de sus estudios en el exterior? ¿al acostarse con un hombre dirá oh my god? No sigo pensando en eso, no debo, no ahora, no corresponde… Sigo leyendo, mejor) hasta que se lo consigue. Por otra parte, pienso que hay que tener la capacidad del desapego. (¿y esto qué es? ¿la capacidad de saber sacar los imanes pegados a la puerta de la heladera? ¿por qué me hago el intelectual ante las mujeres, si el costo es que después de eso no voy a entender lo que me digan? Respuesta: porque a las no intelectuales tampoco las entiendo) Vado in letto (bien, intento de acercamiento con el italiano), signore. Besos, (y no sólo uno, maravilloso: ¿no es divina?)