Le escribo a Sonia 01 desde el trabajo. En el viaje -subte, colectivo- no hice otra cosa que pensar en qué decirle. Mejor dicho: en qué no decirle de lo que suelo decir que ahuyenta a las mujeres.
come vai. (dado que ella hace abuso del inglés, yo bien puedo hacerlo del italiano, único idioma que manejo) Me alegra que la curiosidad continúe. Mi única duda es si habrás visto una foto correcta. (porque mi imagen no es precisamente para que te entusiasmes escribiendo) Felicitaciones, sí, por haber aguantado hasta el final del mail. Si no, ¿para qué los escribo? (las preguntas retóricas siempre vienen bien, en especial si se acompañan de una leve dosis de simpatía infantil) (vamos a ahondar en las coincidencias: si deseo ganar terreno, el terreno ha de estar lo más firme posible). Decís "yo también quería ser escritora, cosa que intuyo que intuiste". Lo que intuyo, al leerte, es que ese "quería", si lo agarra un corrector de estilo, debería modificar su tiempo verbal. Si alguien deseó ser escritor, lo va a seguir deseando, al menos hasta que termine un libro de cuentos o una novela. Al menos esa es mi impresión. (ahora llegó la hora de demarcar un límite...) En lo personal, el escribir no es una opción. Necesito hacerlo, y si no lo hago me siento mal. Nada, absolutamente, lo suplanta.
"Hombres anacrónicos que no saben ser hombres". Creo que diste en el clavo con una de las problemáticas de la contemporaneidad: (¿cuántas líneas llevo? ¿ya me tocaba un elogio?) con los cambios sociales, el hombre ya no sabe qué sitio ocupa. Los avances femeninos -que los hubo, y muchísimos, por eso no entiendo por qué se insiste con el feminismo (por eso no entiendo por qué VOS insistís con el feminismo)- modificaron estructuras, y produjeron un cimbronazo en la masculinidad. A título meramente personal, mi actitud es: relájate y goza. Ya no sé qué se espera de un hombre, y la verdad que no creo que eso sea importante. Sí que uno desea ser feliz, y debe actuar en consecuencia y coherencia. (En otras palabras: tema terminado, y por favor no insistas...) Conocer al otro... bueno, me parece que en verdad yo lo llamaría "deseo de conocer al otro", porque algo me dice que nunca se conoce del todo al otro. Y eso es lo bueno. Cada día se redescubre al otro, porque en verdad cada día uno cambia. Es un juego que uno debe estar dispuesto a jugar -y, como es lógico, los estados de ánimo cambian, y uno no está dispuesto tooooooodos los días para ese juego-, y obrar a partir de ese redescubrimiento constante. (acá me juego un poco a ser críptico: lo que escribí no lo entiendo ni yo, y con eso me queda la esperanza de que ella, al leerlo, piense que soy inteligente) Y, en relación al juego, las "pavadas románticas" son eso. Y no está para nada mal. Uno hace como si fuera un caballero, y la dama hace como si fuera una dama, (y esto hace como si fuera un mail interesante) y los dos interpretan esos dos roles lúdicos que les permiten ir descubriéndose en serio más allá de esas interpretaciones prefijadas por la historia cultural. (¿la historia cultural? ¿qué estoy diciendo? ¿cómo llegué a esto?) Creo que has dado con alguien que también evoluciona constantemente (así como debe haber una serie de elogios cada cuatro o cinco líneas, también debe insistirse con el tema de las coincidencias). Por suerte, creo que soy de los que aprenden de sus errores, y eso hace que modifique algunas actitudes, que evolucione a partir de lo que aprendo. (o sea, soy humilde, y tengo la suficiente soberbia para darlo a entender) Por darte un ejemplo: siempre fui muy racionalista, cientificista, lógico, etcétera, pero hete aquí que hace un tiempo no muy lejano (par de meses, nomás), por una serie de vicisitudes que no vienen al caso di con una tarotista que me dejó boquiabierto, y aprendí a meterme todos mis pruritos racionalistas en donde me cupiera. Y todo bien. (¿le acabo de confesar que fui a ver a Clelia? ¿me estoy cavando la fosa a propósito? ¿cómo se va a interesar en eso una chica tan estudiosa, que hace citas en inglés? es mujer, es verdad, y por lo tanto tiene mayor probabilidad que un hombre a creer en esas cosas, pero a veces mi voluntad de autodestrucción es más hábil que mis pudores). A ver, respondo tus preguntas. (al fin y al cabo, supongo, es lo que más le interesa que le escriba) ¿Por qué estoy solo? supongo que las variables intervinientes son demasiadas. (esta tiene que ser una carta ganadora: variables intervinientes es una prueba incontrastable de que me interesa la investigación científica, y si ella hace análisis cuali... ¡coincidencia sin decirlo! ¡hasta es posible que se emocione al leerlo, pensando que lo puse sin querer!) No dar con la persona indicada en el momento correcto, haber priorizado otras cosas, haber viajado al exterior, haber atravesado una muy mala etapa... Y, también, una demoníaca tedencia a aburrirme luego de un tiempo. En ese sentido, sé que quien esté a mi lado debería sorprenderme, hacerme reír... (esto es bastante mejor que la verdad, que es lo mismo que escribí pero con una carga de patetismo que me resulta imposible traducir a palabra escrita). ¿A qué le temo? A muchas cosas. A la mediocridad, a dar las cosas por sentado, a aceptar todo tal como viene. (o sea: no me interesa lo mediocre, vos me interesás, por lo tanto vos no sos mediocre... otro elogio aparentemente involuntario, otra sonrisa de ella al leerme) Al igual que vos, a esas relaciones que se conforman sólo porque se supone que estar con alguien es mejor que estar solo... (esta coincidencia manifiesta está puesta para acrecentar el carácter de apariencia involuntaria de la inmediatamente anterior) A veces me ha pasado conocer mujeres que daban la impresión que buscaban, en vez de un hombre, un banco de esperma con patas... (un poco de ingenio nunca viene mal, es como el queso o el huevo en las comidas: nunca desentona) No me gusta la gente a la que cualquier bondi la deja bien, principalmente porque no me considero cualquier bondi. No te digo un diferencial o coche cama, pero una de esas combis, bueno, sí. Le temo, también, a la soledad de estar acompañado por gente con la que no se desea estar. Prefiero, en ese caso, la solitaria compañía de mis personajes. (y de paso remarco que escribo, y si ella estudió letras acreciento su interés por mí) ¿Qué sueño? Mucho. Dar con alguien con quien compartir sueños... Muchas cosas. (no puedo confesarle que sueño con ver su foto y que me parezca hermosa, sería el colmo de la cursilería) ¡Claro que tengo curiosidad por cómo te ves! lo cierto es que hasta ahora no te imaginé, no me lo permito, disfruto demasiado de tus palabras como para otorgarles un cuerpo. (me hago el desentendido del tema; un querido amigo siempre dice: en el amor, el que pide pierde) Te mando un beso,
Y ahora, sí, a esperar la foto.
martes, 29 de agosto de 2006
Sonia 01: En busca de una foto
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