Me enteré hace poco más de una hora.
No sé, escribir es lo único que puedo, en este momento en el que aún no caigo.
Hace cosa de dos años había tratado de matarse, pero falló en el intento aunque las consecuencias fueron, para él, horribles.
Ayer se fue, nomás.
Mi viejo.
Ironía del destino, hace poco más de un mes presenté al premio "Emecé" una novela dedicada a mi relación con él, a la imposibilidad que siempre tuvimos de comunicarnos. La novela está terminada.
Tantas cosas, están terminadas.
Escribo esto, en buena medida, porque los amigos visitan el blog. Prefiero que se enteren por acá, y no tener que llamarlos uno por uno.
Prefiero, también, de momento, silencio, no charlar al respecto.
No sé qué siento, sólo que se fue.
Y ahora para siempre.