Sonia 03 deja secuelas. Mi mal humor, por ejemplo.
En donde trabajo no se puede fumar en las oficinas. La dictadura de la salud. Hay que bajar al jardín. Acompaño al Enano, para contarle de Sonia 03 y sus silencios. Hablamos junto a la puerta que da al jardín, hasta que una vieja se pone a gritar que ese no es el sitio para fumar, que nos faltan diez centímetros, que el Enano la va a matar de cáncer.
-Señora -digo, antes de que el Enano pueda responder-, están repartiendo porongas en Plaza de Mayo. Si se apura, consigue una.
No es mi día.